Desde mi punto de vista es una cancion que puede cantarse a un niño, porque puede contarse como una historia, en la que se soñaba que todos los personajes fantásticos o que puedan aparecer en cuentos, daban la vuelta a su personalidad o belleza, y esto al niño le puede entretener igual, ya que es algo novedoso para ellos, aunque eguramente les cueste más coger el hilo de la historia.
También puede ser trascendente para un adulto, al poder tener como fin la canción, dar a entender que nada es como aparenta ser o como podamos imaginar, o que dentro de algo malo también hay cosas buenas y al revés.
Por lo tanto, según para que fin sea puede catalogarse como canción infantil o no.
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1 comentario:
Te digo algo parecido que en el comentario a tu entrada anterior. Parece que no casa bien esa ironía del texto con la necesidad que tienen los niños de encontrarse con los personajes de los cuentos de hadas e identificarse alternativamente con unos y otros. Si ahora les decimos que el lobo no es malo y que la princesa no es buena, menudo lío les generamos, es más estoy seguro que desconectarían y no prestarían la menor atención. La ironía es propia de un pensamiento abstrecto y adulto.
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